Octubre: los hallazgos, los nacimientos y el DNA

Mi primer nacimiento fue en el día 22 del mes décimo, justo al atardecer y en un puerto. Por la línea paterna tenía ojeras y un destino apresurado. Por parte de mi madre tenía la serenidad y el color a arena humedecida. Han pasado muchos años, viajes y sabores desde entonces. He recibido las herencias en vida con el amor de quien se sabe correspondida y pertenencia.

Este final de octubre me encuentra con respuestas que no sé dónde ni cómo acomodar. Hace un tiempo di una muestra de sangre para que secuenciaran mi DNA, es decir, que leyeran mi libro de instrucciones genéticas, tal vez ahí había un guiño que pudiera explicar las muertes tempranas en mi familia. Una frase que nos dijera de dónde venía la sed. 

La palabra deleción apareció y se relaciona conmigo. Voy al diccionario como la herramienta conocida que me dé una pauta para empezar a explicarme. Me confundo y busco en la Rae delación, dice que la primera acepción de delación es llamamiento a aceptar una herencia. Mientras que en lenguaje jurídico su significado es revelación de datos que permite identificar al culpable.

Esta semana fui con la doctora a que me hiciéramos juntas la historia clínica y pudiera enlazarse con lo hallado en la secuenciación. Recorrí los nombres de las abuelas y los abuelos y sus dolencias, tuve que nadar entre los eventos de hospital que parecían tan lejos y mis propios tropiezos. 

Y entonces me dijo Deleción en DNAse1 y Trap1, ahí estaba el tropezón genético que podría ser la respuesta a los riñones niños y la sed. Me explicó que en papers esa delación se asocia con Lupus. Empezaremos una nueva travesía para ver si LES es el culpable de la orfandad y las cicatrices. No se sabe,

Diagnóstico a la inversa, me dice, algo de somático dominante. Escucho de manera fragmentada. Pienso en Antonia, mi abuela, joven, rodeada de sus hermanas, que se han quedado jóvenes por siempre. En mis primas Antonia y Lupita, que también se heredaron escapar de la vejez vía sus riñones niños. Me pregunto si tendremos la respuesta, o si estamos ante un espejismo.

Pienso en las hijas y los hijos que no tuve, en que conmigo termina esa herencia de la sed, pienso en la ciencia y en la medicina de precisión que me da caminos para cuidar a mi riñón nómada. Y me hago bolita entre imágenes y secuencias que todavía no hallo cómo acomodarme.

Y aquí estoy amparada por la escritura mientras confío en que el horizonte pronto se despeje y pueda mirar con claridad de nuevo.

Un pensamiento en “Octubre: los hallazgos, los nacimientos y el DNA

Deja un comentario