Lecciones de confianza fast track I

 
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Soy una mujer de costumbres en cuanto a mi tratamiento. Me gusta que todo sea básicamente igual. Me cuesta trabajo hemodializarme en circunstancias diferentes a las que he conocido durante cuatro años. La rutina me da mucha tranquilidad, por eso las semanas anteriores, con todo el tema de acoso de parte de la clínica, me ha angustiado tanto. 

Durante dos años siempre que venía a Veracruz corría para llegar a mi hemodiálisis en la Ciudad de México, hasta que el doctor Salas, a quien conocí en El Refugio, abrió su clínica aquí y se hizo la luz. Pude quedarme más días porque ya había un lugar seguro para mi tratamiento, con máquinas Fresenius. La primera vez que fui llegué temerosa, pero el enfermero era muy bueno y el lugar hermoso, me encantó.

Hace dos semanas, Mar, mi hermana, fue a la clínica del doctor Salas para reservar lugar y me habló para decirme que ya no estaba. Casi me muero. Le escribí al doctor y me dijo que se había mudado al hospital español. Volvió la tranquilidad y la felicidad de poder quedarme en el puerto.

Anoche me escribe para decirme que hay un problema de osmosis con las máquinas del hospital español y que cuando eso pasa sus pacientes se hemodializan en el hospital millenium, me da esa opción y me cambia de hora y lugar. Ufff, me agobio muchísimo. Podría regresarme corriendo a México e ir a mi clínica, pero me acuerdo que ya no es lo que solía y que el riesgo está latente. Decido apostar por recibir el tratamiento aquí.

Casi no duermo, doy vueltas en la cama, me despierto aún de noche. Necesito confiar. Necesito algo que me proteja contra los riesgos, que me haga sentir segura.
Y como lo mío es la palabra, me acuerdo que hace unos días ante un contratiempo con el riñón nuevo de Román, ante la impotencia de no saber cómo ayudar, cuando le pregunté qué podía hacer, me dijo reza por mí. Y como no sé muy bien cómo rezar, le escribí una oración.

Oración para un riñón nuevo

Dios concédele una vida sana

Que las aguas tomen si cauce

Que la creatinina disminuya

Que no se inunde de urea

Que las arterias no se tapen

Que el sistema inmune lo ignore

Que no reciba ataque ninguno

Que ame el cuerpo que le fue dado por segunda ocasión 

Que se sienta parte de él y se vuelvan uno solo

Que se quede para siempre

Y eso me hizo respirar aliviada. La repetí durante varios días, a modo de mantra y algo dentro me hacía sentir que todo mejoraría. Así que esta madrugada de insomnio, en el punto más alto de la angustia. Volví a hacerme un amuleto de palabras. Escribí mi plegaria para una buena hemodiálisis. Porque confío en el poder de la invocación, mientras tecleo y después lo leo, las aguas se sosiegan.

Oración para una buena hemodiálisis 

Dios dale al enfermero de la sabiduría necesaria para una punción perfecta

Que el dolor sea pequeñito

Que la sangre fluya

Que no habiten coágulos en las cámaras

Que el sodio sea suficiente para que los calambres sean desterrados

Que la máquina se quede con las toxinas

Que no haya contratiempos ni hipotensión

Que los ácidos, el bicarbonato y el filtro hagan lo suyo

Que los doctores tengan el carácter templado y la mirada atenta para leer a nosotros, sus pacientes, escucharnos y entender nuestro idioma

Que este riñón externo se sienta amadísimo y nos permita seguir otro día más… 

Que así sea

7 pensamientos en “Lecciones de confianza fast track I

  1. Jesús sana a los enfermos

    Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente.
    Su fama se extendió por toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba.

    Mateo 4:23-24 Nueva Versión Internacional (NVI)

  2. Muy lindo, genial idea, el pensamiento es el principio, la fe el instrumento y el amor el equilibro y el fin. Si estamos en paz el amor fluye y la palabra poderosa se activa. Siempre tenemos que pedir en positivo, incluyendo solo las imágenes de salud, el universo no sabe de enfermedad, es conciencia pura, energía positiva que se manifiesta. Por eso necesitamos el silencio, para re conectarnos con nuestro ser superior que es la conciencia misma del universo. Mira Gregg Braden, la oración, en YouTube y ya que estas, Y tú qué sabes? Película fantástica. Nosotros todos estamos contigo, el universo está de tu lado y solo desea tu bien más alto, aun en medio del camino más difícil, el universo es tu hogar es seguro y te proteje. Shankti

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